sábado, 15 de octubre de 2011

Eco de Borges

... "dE lA rOsA nOs QuEdA sOlO eL nOmBrE"
("Il nome della rosa", 1980, Umberto Eco)

Imposible no recordar al bibliotecario ciego (Borges)
 y su fragmento de "El Golem" (1964):

"Si (como el griego afirma en el Cratilo),
el nombre es arquetipo de la cosa,
eN lAs LeTrAs De RoSa eStÁ lA rOsA
y todo el Nilo en la palabra Nilo"

A veces los autores se hablan en su idioma simbólico a través de las obras, a veces se pasan facturas (unas décadas después..)

"El mundo construido es el que nos dirá como debe proseguir la historia. Todos me preguntan por qué mi Jorge evoca, por el nombre, a Borges, y por qué Borges es tan malvado. No lo sé. Quería un ciego que custodiase una biblioteca (me parecía una buena idea narrativa), y biblioteca más ciego solo puede dar Borges, también porque las deudas se pagan." ("Apostillas a El nombre de la Rosa", 1985, Umberto Eco)

lunes, 8 de agosto de 2011

Ellos siempre van

 I/ Ellos siempre van

-Para Ro, Nati, Eze, Chespi y todos los seres maravillosos 
con los que compartimos esa entrañable experiencia por los Andes-


Van caminando los Andes,
con milenario andar,
regalándole colores a la inmensidad.
Coplitas en quechua,
sopita de quinua,
mate de coca,
agua bendita para sus bocas.
Con el recuerdo de los despojos
venas de plata, corazones de oro,
pueblos enteros bañados de rojo.
Sangre minera color carmesí,
brota de las entrañas de Potosí.
Van masticando la bronca
en un sagrado ritual
acullicando la coca
que enloquece al hombre blanco
que escupe sobre las hojas
de la Historia Universal.

¿Y qué van a decirle al indio andino
cuando se ponga de pie,
pida lo suyo
y se eche a andar?

PJB (04/2011)

II/ Comentario al márgen

El corolario del diario de viaje a Bolivia y Perú, en la última hoja, mi síntesis, un puñadito de la tamaña experiencia que representó

lunes, 4 de abril de 2011

Identidades flotantes

Durante el verano, de viaje por Bolivia y Peru, con un grupo de amigos de viaje entre Potosi y Sucre, con los que compartimos Año Nuevo, tuvimos un par de charlas reflexivas interesantes. Lo que voy a contar puntualmente surgió de una de esas charlas. Un dia de lluvia que nos "obligó" permanecer en el hostel. Un día feriado (01/01). En el hostel, además del "grupo de los 8" que conformábamos habia mas gente, a saber: Un alemán que compartía la pieza con nosotros, Nicolas (que casualmente, por esas cosas del azar, crucé hace unos días en una esquina de Cba) y un grupo de adolescentes (o no tanto) de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) que ocupaban el resto de los cuartos. El hostel en el que paramos, como la mayoria de los de Potosi y Sucre, era de estilo colonial, con un patio central rodeado por las habitaciones y una galeria.

Voy a tratar de hacerla corta. En la galeria quedaban dos cruceñas que habian pasado de largo de la parranda de la noche anterior, todavia alcoholizadas y que seguían dándole firme al chupe. Como sabrán Santa Cruz de la Sierra es la ciudad de Bolivia mas disidente del gobierno de Evo (que podriamos analizar en otro post). En general, en Sta Cruz hay mas riquezas y recursos, hace un tiempo el gobierno decretó que "la tierra es de quien la trabaja", lo que llevó a que los latifundistas de esa región rica se dieran con que muchos trabajadores ocuparon parte de sus tierras. Muchos de estos trabajadores eran coyas. Dentro de la discusión que surgió con las cruceñas sobre como veían al gobierno de Evo, despues de una serie de argumentos insostenibles (vamos a repetir que estaban completamente en pedo, como para no dejarlas tan mal paradas) siempre terminaban en un discurso xenófobo del tipo "esos coyas de porqueria" y cosas por el estilo. Practicamente no llegamos a ningún acuerdo, como es común en estos casos. Pero después de repetidas (periódicamente) afirmaciones xenófobas le pregunte a una de ellas que raíces tenía. Era muy linda (muy, creanme). Si tuviera que describirla diria que era morena, de rasgos indígenas, tal vez no puros, quizas con algun mestizaje, pero con claras raíces indígenas, aunque con costumbres claramente occidentales (como si los pueblos originarios de esta parte del mundo no fueran occidentales, pero se entiende, me refiero al estilo de vida consumista del capitalismo lavasesos). En fin, creo que en un primer momento se ofendió, yo claramente estaba reivindicando sus "raíces" y no lo dije con ánimos de ofenderla sino todo lo contrario (ademas le aclaré que era muy linda, porque la verdad estaba tremenda, jeje). La charla siguió un buen rato. Yo me quede pensando. Todos, supongo. Nos fuimos a la pieza y seguimos un poco sobre lo mismo. Entonces surgieron un par de puntos interesantes que se sumaron a charlas que habiamos empezado en Potosí.

I. Que nos hace SER lo que somos? Y me refiero al ser en términos de identidad. Que hace que nos identifiquemos con algo o alguien o con un grupo u otro? Despues de hablar con las chicas de Santa Cruz me quedé pensando si por el solo hecho de tener rasgos indígenas debia sentirse identificada con los pueblos originarios. Hagamos un planteo mas general, si la raza realmente es un factor que defina (o en que grado) la identidad. Su identidad claramente distaba mucho de la de los pueblos originarios, para ella eran "los otros", su grupo de pertenencia, sus ideas, sus costumbres eran claramente otras.

II. Un día me dijeron: "Los mexicanos descienden de los aztecas y mayas; los peruanos y bolivianos descienden de los Incas; y los argentinos descienden de los barcos". Me quedó grabado a fuego. Cuando uno mira el resto de los países latinoamericanos reconoce una fuerte presencia cultural de civilizaciones precolombinas que ha logrado sobrevivir a la aculturación española, que ha devenido si se quiere en una transculturacion, una cultura diferente producto de la mixtura, pero que conserva, ademas de un alto porcentaje poblacion descendiente, muchas costumbres. Y eso es raíz e identidad también. Pueden verse en un pasado. Tienen un respaldo cultural. Vencedores o vencidos, sus raíces, sus antepasados, son de ahí.

En Argentina, en cambio, se ha arrazado en la mayoría del territorio a las comunidades nativas. Inmigraciones masivas y diversas de europeos. La desgracia de tener un puerto mirando a Europa. Las "campañas de la desertificación" (y no del desierto). El despojo al que fueron sometidos. Y el despojo al que fuimos sometidos. Descendemos de los barcos. Y los barcos flotan, no tienen raíces. Muchas de nuestras costumbres tienen gran influencia europea. Pero somos de acá.

III. El espíritu latinoamericanista, esta ola latinoamericana que se vive, esa necesidad de IDENTIFICARNOS con esto, de hechar raíces. En que caras nos vemos reflejados? Compartimos muchas cosas en comun. Ademas de un idioma, de dictaduras, de injusticias históricas (en mayor o menor grado), de reparaciones historicas, San Martines y Bolivares. Yo me siento reflejado con cualquier latinoamericano mas que con cualquier europeo. Y esto sería la transpolación de lo que le planteé a aquella chica de santa cruz de la sierra, pero en nosotros. No nos definen los colores, nos definen otras cosas. Los valores, las ideas, las costumbres, las experiencias históricas. Latinoamérica ya tiene identidad propia. Ya podemos mirarnos entre nosotros y vernos reflejados. Quedaron atrás los tiempos en que nos mirabamos como desconocidos. Somos una cultura nueva, propia, con un poco de esto y de aquello. Distintos. Lo que nos diferencia del resto y nos asemeja entre nosotros. Eso nos define.

IV. En plena globalización, identidades flotantes, quizas sean las palabras mejor encontradas. Que cada uno se ponga el gorro que le guste. Yo: Latinoamericano.

viernes, 25 de febrero de 2011

Los hombres y sus vicios de refraccion

Hoy recibí un mensaje de una amiga de la facu que hacia bastante no veía y me evocó un recuerdo de esos que quedan por ahí, en algun lugar de la memoria, esperando a ser traidos nuevamente al espectro consciente del pensamiento, como si no quisieran perderse para siempre en el mas remoto costal de los olvidos. 

Me recordó un día cuando, hace poco mas de un año, estaba preparando una materia para rendir, oftalmología. Aquella vez, no pude evitar mientras estudiaba, como me es costumbre, divagar y abstraerme sobre una serie de paraleleismos entre los conceptos basicos de la oftalmologia y esa metafórica, si se quiere, tendencia innata a volar como si me hubiese fumado un batallon de porros sin haber fumado ni uno, a esas horas bajas de la madrugada sin otra compañía que el mate, un atado de puchos, un libro y la cabeza abierta de par en par. En fin, en esa especie de transe en que uno entra por esas horas de tedio y pseudo-concentración en lo que lee, fue que se me vino otro raptus de analogia comparada y se fueron los pensamientos a volar... En eso estaba cuando anita, esta compañera, me mandó un mensajito de texto al celular diciendo algo asi como: "Que haces pablito? Hace una banda que no nos vemos, en que andas?" y yo le respondí, muy colgadamente: "Acá, colgado, leyendo ojo y pensando en las ametropías y los vicios de refraccion. En los miopes que no ven mas allá de su naríz, en los hipermétropes que viven mirando con claridad a lo lejos, pero tropiezan con las piedras cotidianas y en los pocos emétropes capaces de ver claramente aca y allá. En el Borges ciego, director de la biblioteca nacional, rodeado de libros sin poder ver ninguno y en las epidemias de ceguera de Saramago. vos, en que andas?". Como era de esperar, despues de un rato, supongo que el tiempo en que tarda en recibirse completo un mensaje que ocupa mas de un mensaje y el desconcierto de recibir tal respuesta de un amigo que hace tiempo no ves (ante un mensaje que no pretendía mas que un "bien aca andamos, estudiando.."), me respondió: "Que volado! no podes delirar asi leyendo ojo!..." etc, etc..

La cuestion es que cada mensaje que recibo de anita despues de ese dia me hace acordar de aquella noche y me causa mucha gracia. Y me deja pensando en eso.

Dicen que todo depende del ojo con que se mire. La informacion que recibimos del exterior esta condicionada por numerosos factores distorsivos, desde la fuente que emite hasta los centros superiores de la corteza cerebral y vias de asociación, hasta por nuestras experiencias pasadas y nuestro propio campo de pensamiento. Todas esas cosas constituyen nuestra manera UNICA de VER el mundo. Nuestra verdad, nunca es mas que eso, una verdad mas o menos distorsionada, siempre teñida, siempre viciada. ¿Será por eso que decimos que cada persona es un mundo? Como sea, me quedo con la frase del maestro Galeano, que dice: "Lo mejor que el mundo tiene, son los muchos mundos que el mundo contiene".

martes, 1 de febrero de 2011

Latinoamérica - Calle 13


Latinoamérica - Calle 13

Soy... soy lo que dejaron
Soy toda la sobra de lo que se robaron

Un pueblo escondido en la cima

Mi piel es de cuero, por eso aguanta cualquier clima

Soy una fábrica de humo
Mano de obra campesina para tu consumo

frente de frío en el medio del verano
El amor en los tiempos del cólera, mi hermano!

Soy el sol que nace y el día que muere
Con los mejores atardeceres

Soy el desarrollo en carne viva
Un discurso político sin saliva

Las caras más bonitas que he conocido
Soy la fotografía de un desaparecido

La sangre dentro de tus venas
Soy un pedazo de tierra que vale la pena

Una canasta con frijoles,
soy Maradona contra Inglaterra
anotándote dos goles

Soy lo que sostiene mi bandera
La espina dorsal del planeta, es mi cordillera

Soy lo que me enseñó mi padre
El que no quiere a su patría, no quiere a su madre

Soy américa Latina,
un pueblo sin piernas, pero que camina

Oye!

Coro
Totó La Momposina:

Tú no puedes comprar el viento
Tú no puedes comprar el sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor

María Rita:

Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores

Totó La Momposina:

Tú no puedes comprar el viento
Tú no puedes comprar el sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor

Susana Bacca:

Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores

Calle 13

Tengo los lagos, tengo los ríos
Tengo mis dientes pa' cuando me sonrio

La nieve que maquilla mis montañas
Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña

Un desierto embriagado con peyote
Un trago de pulque para cantar con los coyotes

Todo lo que necesito,
tengo a mis pulmones respirando azul clarito

la altura que sofoca,
Soy las muelas de mi boca, mascando coca

El otoño con sus hojas desmayadas
Los versos escritos bajo la noches estrellada

Una viña repleta de uvas
Un cañaveral bajo el sol en Cuba

Soy el mar Caribe que vigila las casitas
Haciendo rituales de agua bendita

El viento que peina mi cabellos
Soy, todos los santos que cuelgan de mi cuello

El jugo de mi lucha no es artificial
Porque el abono de mi tierra es natural

Coro
Totó La Momposina:

Tú no puedes comprar el viento
Tú no puedes comprar el sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor

Susana Bacca:

Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores

María Rita:

você não pode comprar o vento
você não pode comprar o sol
você não pode comprar a chuva
você não pode comprar o calor
você não pode comprar as nuvens
você não pode comprar as cores
você não pode compar minha alegria
você não pode comprar as minha dores

No puedes comprar el sol...
No puedes comprar la lluvia
vamos caminando, vamos dibujando x2

Calle 13

Trabajo bruto, pero con orgullo
Aquí se comparte, lo mío es tuyo

Este pueblo no se ahoga con marullo
Y si se derrumba yo lo reconstruyo

tampoco pestaneo cuando te miro
para que te recuerde de mi apellido

La operación Condor invadiendo mi nido
Perdono pero nunca olvido

Oye!

Vamos camimando
Aquí se respira lucha
Vamos caminando
Yo canto porque se escucha
Vamos caminando
Aquí estamos de pie

Que viva la américa!

No puedes comprar mi vida...

domingo, 30 de enero de 2011

Consejos de Asklepio y/o Esculapio

Hace un par de años, en un módulo de Historia de la Medicina en la Facultad, una profe memorable nos leyó estos consejos de Asclepio, Dios griego de la Medicina (Esculapio para los romanos), los textos datan de los tiempos de la antigua grecia, unos 2000 años a.C.
Todo el aula quedó en silencio, nos mantuvo absortos y pensativos durante buen tiempo... "¿Quieres ser Medico, hijo mío?", que pregunta, la trascendencia temporal (o atemporal) de los consejos que un médico griego escribiera hace milenios sigue siendo la misma, con pequeñas variaciones, que nos llama a reflexionar en la actualidad. Bien podría ser un apéndice de los test vocacionales de los aspirantes a la carrera. La medicina ha cambiado mucho, sin duda, pero la vida del médico, del hombre que hay detrás del médico, no se ha modificado demasiado en esencia. Aquí están los consejos de Asclepio (y/o Esculapio):

¿Quieres ser MEDICO, hijo mío?


Aspiración ésta de un alma generosa, de un espíritu ávido de ciencia.

¿Deseas que los hombres te tengan por un Dios, que alivies sus males y ahuyentes de ellos el espanto?

¿Has pensado bien en lo que ha de ser tu vida? Tendrás que renunciar a tu vida privada. Mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos de los inoportunos tu puerta quedará siempre abierta a todos, a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus placeres, tu meditación; y ya no tendrás horas que dedicar a la familia, a la amistad o al estudio; ya no te pertenecerás.


Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en caso de urgencia, pero los ricos te tratarán como esclavo, encargado de remediar sus excesos, sea porque tengan una indigestión, sea porque estén acatarrados, harán que te despierten a toda prisa, tan pronto como sientan la menor inquietud, pues estiman mucho a su persona. Habrás de mostrar interés por los detalles mas vulgares de su existencia; decidir si han de comer ternera o cordero, si han de andar de tal o cual modo cuando se pasean. No podrás ir al teatro, ausentarte de la ciudad, ni estar enfermo, tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto te llame tu amo.


Serás severo en la elección de tus amigos; buscaras la sociedad de los hombres de talento, de artistas, de almas delicadas. Sin embargo, en adelante, no podrás desechar a los fastidiosos, a los escasos de inteligencia, a los despreciables.


El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado; prolongarás vidas nefastas y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir crímenes de los que serás testigo.


Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación: ten presente que te juzgarán no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a la charla y a los gustos de tu clientela. Los habrá que desconfiarán de ti si no gastas mucho; otros si no vienes de Asia; otros si no crees en los dioses; otros si crees en ellos.


Te gusta la sencillez, habrás de adoptar la pose de un augur. Eres activo, sabes lo que vale el tiempo, no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arranquen del principio de los tiempos para explicarte un cólico, ociosos te consultarán por el solo placer de charlar; serás el vertedero de sus disgustos, de sus nimias vanidades.


Sientes pasión por la verdad; no podrás decidirla; tendrás que ocultar a algunos la verdad de su mal, a otros su insignificancia, pues les molestaría. Habrás de ocultar secretos que posees, consentir en aparecer burlado, ignorante, cómplice.


Aunque la medicina es una ciencia obscura, a quién los esfuerzos de sus fieles van enriqueciendo de siglo en siglo, no te estará permitido dudar nunca, so pena de perder todo crédito, si no afirmas que conoces la naturaleza de la enfermedad, que posees un remedio infalible para curarla, el vulgo irá a los charlatanes, que venden la mentira que necesitan.


No cuentes con agradecimientos; si es que el enfermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere, tu eres el culpable que lo ha matado. Mientrás esta en peligro te trata como a un Dios, te suplica, te promete, te colma de halagos; no bien está convalesciente, ya le estorbas y cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra.


Cuando más egoístas son los hombres, más solicitud exigen de parte del médico.

Cuando más codiciosos son ellos, más desinteresado ha de ser él, y lo mismo que se burlan de los Dioses, le confieren el sacerdocio para interesarlo al culto de su sacra persona. La ciudad confía en el para que remedie los daños que ella causa. No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico, te lo he dicho. Es un sacerdocio y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene el aceitero, o el que vende lana a su gente.


Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana. Todos tus sentidos serán maltratados. Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios; respirar el olor de míseras viviendas; los perfumes harto subido de las cortesanas; palpar tumores; curar llagas verdes de pus; fijar tu mirada y tu olfato en la inmundicia; meter el dedo en muchos sitios. Cuantas veces en un día hermoso lleno de sol y perfumado, o bien al salir del teatro, de ver una pieza de Sófocles, te llamarán por un hombre que molestado por dolores de vientre, pondrá delante de tus ojos un vasín nauseabundo, diciéndote satisfecho: "gracias a que he tenido la precaución de no tirarlo". Recuerda entonces, que habrá de parecer que te interesa aquella deyección.


Hasta la belleza misma de la mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. La verás por la mañana desgreñada, desencajada, desprovista de sus bellos colores y olvidando en los muebles parte de sus atractivos; cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias y sin gracia. Sentirás por ellas más compasión que deseo. Cuantas veces, te asustarás al ver un cocodrilo adormecido en el fondo de la fuente de los placeres.


Tu vida transcurrirá como a la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres.


Te verás solo con tus tristezas; solo con los estudios; solo en medio del egoismo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los Médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas.


Piensa mientras estás a tiempo, pero, si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud y si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien con la dicha de una madre, con una cara que sonríe porque ya no padece o con la paz de un moribundo a quién ocultas la llegada de la muerte. Y si ansías conocer al hombre, penetrar en todo lo trágico de su destino: Hazte Médico, hijo mío!