viernes, 28 de enero de 2011

Hombre en la encrucijada

Esta primera nota, que espero sea el inicio de una serie de notas, la voy a dedicar a la imagen que encabeza el blog, que no es otra cosa que la foto de un mural de Diego Rivera: Hombre en la encrucijada. Hace un par de años, descubrí la severidad de esa frase que dice que "una imagen vale mas que mil palabras" y de la mano de Rivera comprendí el valor de la pintura como herramienta de aprendizaje, transmisora de ideas y de hechos. Rivera, mexicano que lideró el partido comunista de su país a principios de siglo XX, que alojó al mismísimo Trotsky durante su exilio en México, era un convencido de que el arte debia estar al alcance del pueblo, de las masas. Así regó de murales la ciudad de México, contando retazos de historia en las paredes de distintos edificios públicos. Conocedor de la destreza que Rivera tenía con el pincel, Rockefeller Jr lo contrató para pintar un mural en la RCA de NY, en el Rockefeller Center, un pedido que podemos entender desafiante y que quizás ocultara el deseo de corromper con dinero al diestro-pintor surdo-pensante. Así es como dos íconos de corrientes ideológicas diametralmente opuestas se cruzan en la historia. Rivera, lejos de rechazar la oferta, acepta el desafío. Vaya sorpresa la de Rockefeller Jr cuando Rivera termina el mural, este mural, HoMbReEnLaEnCRuCiJaDa. Parece que los gustos pictóricos de Mr. Rockefeller no iban demasiado de la mano de lo que Rivera pintaba, terminada la obra Rockefeller Jr le paga a Rivera y despues manda a destruirla.

Ahora centrándonos en la sensibilidad del artista y su capacidad de plasmar la lucidez de su pensamiento en la pared, pongamosnos a analizar un poco qué pintó.
El mural es un fiel reflejo de la sociedades capitalista y socialista, centrado por un hombre, que maneja la maquina, o que esta a merced de ella, en medio de esos 2 mundos, el hombre, el ser humano. Para su analisis, conviene dividir la obra en varios cuadrantes, pongamos al menos 6.

En el margen superior izquierdo, un batallón de soldados con máscaras antigás y empuñando bayonetas (utilizadas durante la Primera Guerra Mundial), aviones de guerra y al Dios griego Zeus como símbolo de poder, dando con su rayo energia a la silla eléctrica. Zeus lleva colgado al cuello un rosario, como supeditado al cristianismo. Uno de los soldados tiene un dispositivo que pareciera lanzar un gas de guerra, gas mostaza tal vez.

En el flanco izquierdo, detrás de la estatua de Zeus, policias a caballo reprimiendo una manifestación. La persona sentada en la silla eléctrica tiene un radioscopio delante. Un grupo de personas de diferentes razas (una mujer negra, un asiático, un blanco pelirrojo, una morocha) sentados ven a través de una lente como vive un pequeño grupo de aristócratas, la élite, la minoria acomodada, mujeres en un juego de cartas, mujeres fumando, una pareja bailando.

En el cuadrante inferoizquierdo, un niño desnudo ajeno a la mirada de ningún adulto, jugando entre animales, un mono, una serpiente, un perro, una tortuga. En el cuadrante centroinferoizquierdo a la derecha de la lupa, la variedad de cultivos y riqueza propios de América.

Las elipses que convergen en el hombre del centro, representan el macro y el micro-cosmos. La elipse que va del angulo superior izquierdo al inferior derecho, muestra el mundo microscópico, tiene al lado del hombre un microscopio, linfocitos, leucocitos polimorfonucleares y otras células; del lado opuesto, un corte histológico del ovario y un esbozo de trompa de Falopio.

La elipse perpendicular a la anterior, da un vistazo telescópico, un planeta, el sol, nubes, estrellas.
Ambos elipses, representan una síntesis del desarrollo tecnológico, en el desafío de ver más allá de lo que los ojos permiten a simple vista, de los límites naturalmente impuestos al ojo humano.

En el margen superior derecho, la masa, el proletariado, el pueblo, las mujeres encolumnadas en las primeras filas con pañuelos rojos a la cabeza, los hombres detrás, una multitud con banderas rojas atrás. Una estatua decapitada, cuya cabeza sirve de asiento a dos mujeres pilotos en el margen inferior derecho. Al lado de ellas, a su izquierda, trabajadores sentados sobre una tuberia y sus biandas.

En el flanco derecho, emblemas del comunismo como Marx, Engels, Trotsky, sosteniendo la bandera comunista. Del otro lado de la lente, un grupo de bailarinas clásicas y más al centro Lenin con las manos unidas a la de la gente del pueblo que lo rodea. Debajo los cultivos y minerales de la URSS.

Y volvemos al centro, la maquina, que drena hacia la tierra sus desechos, los engranajes, una mano que pretende tener el tiempo bajo control... y el hombre, sin expresión, deshumanizado y humano, demasiado humano, supeditado a la máquina y a uno u otro sistema, que cree tener el control de aquello que en realidad lo controla.

2 comentarios:

  1. Yo lo mato a ROke jr. después de lo que hizo. Aquí el arte de don rivera sedió ante la tentación?? nunca habría que subordinarse ante los millonarios?? o solo el arte puede subordinarse ante ellos??

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  2. Era un queso ese Rockefort, jaja.. Igual al toque lo pintó en el palacio de bellas artes de México. Yo creo que cedió a la tentación de escribirle en la "pared de la casa" lo que quería y encima le pagaron, te imaginas si Macri te pagara para que le pintes el living y vos le escribis algo asi como "sos el pasado, dinosaurio troglodita y ladrón", interesante, eh?.. No creo que este sea un caso en que el arte se haya subordinado ante los millonarios, porque no cede, sino hubiese pintado otra cosa, es mas, es el arte no subordinado y riéndosele en la cara al millonario, como diciéndole: "Boludo, ¿y que esperabas que pintara?, lo hubieras contratado a Dali si querias algo surrealista", jajaja.
    Ahora, el arte es arte de alguien, de un artista, segun los intereses a que responda ¿puede subordinarse a los millonarios? Eso creo que seguro, hay sobrados ejemplos.

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